Reducir los costes energéticos es clave para una fabricación sostenible
Los elevados costes energéticos de la fabricación industrial no tienen por qué ser un hecho. Optimizando los sistemas existentes -sin invertir en nuevos equipos- se pueden conseguir importantes ahorros de energía. En un estudio de caso, logramos reducir el consumo de energía en un 28% simplemente ajustando la presión de nuestros sistemas de aire comprimido. Este enfoque demuestra que es posible mejorar la eficiencia energética sin necesidad de realizar costosas actualizaciones en la maquinaria.
Por Petr Čečák, Servicios personalizados, SMC República Checa
JULIO 2025
¿Por qué la alta presión del aire es un problema?
En muchos entornos industriales, la presión de trabajo de los sistemas neumáticos se ha fijado históricamente por encima de lo necesario. Si bien 7,5 bar es un estándar común, esto suele provocar un consumo excesivo de energía en el compresor. Según datos de SMC, reducir la presión en sólo 1 bar puede suponer un ahorro de energía de hasta el 8%. Mantener una presión de aire elevada implica mayores costes energéticos para la compresión del aire, lo que repercute significativamente en la eficiencia operativa.
Nuestra solución era sencilla: optimizar la presión en todo el emplazamiento hasta un nivel más eficiente.

Optimización de la presión paso a paso: Un enfoque controlado y sin riesgos
Adoptamos un enfoque metódico y seguro para optimizar la presión. A lo largo de seis meses, la presión de suministro se redujo gradualmente 0,1 bares por etapas. Este proceso controlado nos permitió controlar la estabilidad del sistema y garantizar que no se produjeran efectos negativos en la producción. Además, optimizamos áreas específicas del sistema de aire mediante el uso de reforzadores de presión colocados estratégicamente, lo que permitió aumentar la presión de forma localizada para aplicaciones que requerían una mayor presión de aire (como sistemas de vacío, sopladores y algunos actuadores). De este modo se garantizó que la presión global del sistema pudiera reducirse sin comprometer el rendimiento en los puntos críticos.
Resultados: Ahorro energético y mejora de la eficiencia
Una vez finalizada la optimización, los resultados fueron claros:
- Presión de trabajo: La presión de trabajo original era de 7,5 bares. Tras la reducción, la presión se optimizó a 6,0 bares, una disminución de 1,5 bares.
- Consumo de energía: Antes de la optimización, la energía necesaria para producir 1 m³ de aire comprimido era de 0,121 kWh. Tras la optimización, se redujo a 0,087 kWh, lo que representa una reducción del 28% en el consumo de energía.
- No es necesario modificar el equipo: A diferencia de otros enfoques que suelen requerir cambios en la maquinaria o nuevos equipos, nuestra solución no implicó alteraciones en las máquinas existentes. La optimización se centró en ajustar los niveles de presión y mejorar la eficiencia del sistema de aire.
- Impacto en la productividad: A lo largo de todo el proceso de optimización, no observamos ninguna reducción del rendimiento ni de la productividad de la máquina..
Este ahorro de energía no sólo ayudó a reducir los costes de explotación, sino que también prolongó la vida útil de los componentes del sistema, redujo las pérdidas por fugas y mejoró la estabilidad operativa general. La reducción de la presión también puede ofrecer mejoras en términos de seguridad del operario.
¿Por qué funciona? La optimización energética es eficaz y respetuosa con el medio ambiente
El aire comprimido es uno de los servicios que más energía consumen en la fabricación. Sólo en Europa se consumen anualmente unos 87 TWh de electricidad para producir aire comprimido, lo que contribuye a 84.000 kilotoneladas de emisiones de CO₂. A pesar de ello, muchos sistemas siguen funcionando a niveles de presión innecesariamente altos, lo que conlleva un consumo excesivo de energía. Optimizando la presión del aire, podemos reducir significativamente el consumo de energía y las emisiones de carbono, con los consiguientes beneficios económicos y medioambientales.
Ventajas de reducir la presión del aire en sistemas neumáticos
- Ahorro de energía: Reducir la presión en sólo 1 bar puede ahorrar hasta un 8% de energía.
- Menores costes de explotación: La reducción inmediata del consumo de energía repercute directamente en los gastos operativos.
- Mayor vida útil del equipo: Una optimización adecuada de la presión reduce el desgaste de los componentes, lo que contribuye a prolongar su vida útil.
- Menos emisiones de CO₂: La disminución del consumo de energía se traduce en una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
- Estabilidad y seguridad mejoradas: Una presión reducida significa menos problemas de fugas y un funcionamiento más estable.
Cómo empezar: Un enfoque probado para optimizar la presión
Para empezar a optimizar tu sistema, te recomendamos que sigas estos pasos:
- Mapear el consumo actual: Evaluar la presión actual, los caudales y los perfiles de entrada.
- Reducir gradualmente la presión: Reduzca la presión en pequeños incrementos (por ejemplo, 0,1 bar) para garantizar la estabilidad del sistema.
- Utilizar tecnologías de apoyo: Instalar grupos de presión y depósitos de aire para satisfacer las demandas locales de alta presión.
- Controlar y ajustar: Supervisar continuamente el rendimiento y la calidad del sistema para garantizar los resultados deseados.
- Establecer nuevas normas: Establecer nuevas normas de presión de funcionamiento y seleccionar componentes que soporten presiones más bajas.
Optimización de máquinas individuales tras comprender las demandas
SMC ofrece asistencia completa durante todo el proceso de optimización, desde la medición inicial y el diseño del sistema hasta la implantación y la formación continua.
Preocupaciones comunes y cómo abordarlas
“Nuestras máquinas están acostumbradas a presiones más altas.” La mayoría de las máquinas modernas funcionan eficazmente incluso a presiones más bajas, como 4 bares.
“Necesitamos una presión más alta para determinadas aplicaciones.” Los grupos de presión permiten aumentar la presión de forma localizada cuando es necesario, sin afectar a todo el sistema.
“Esto será costoso y complejo.” Reducir la presión suele ser mucho más rentable que invertir en maquinaria nueva y puede hacerse sin modificar los equipos existentes.
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Libere el potencial de la baja presión para obtener el máximo ahorro
Los resultados de reducir la presión de 7,5 bar a 6,0 bar fueron claros: un 28% de ahorro de energía sin comprometer la productividad. Esta sencilla pero eficaz optimización puede tener un gran impacto en su eficiencia operativa. Si desea averiguar cómo puede reducir costes y mejorar su eficiencia energética, póngase en contacto con nosotros hoy mismo. Nuestros expertos pueden ayudarle a optimizar su sistema de aire comprimido y conseguir ahorros reales.
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